Hasta el momento, la guerra de Siria ha dejado más de 300.000 muertos, de los cuales muchos son niños y civiles, según el observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Se estima que hay 11.1 millones de desplazados. Consecuencia del conflicto, un 69% de su población vive en pobreza extrema.
En marzo de 2011, estudiantes Sirios pintaron paredes con mensajes en contra del gobierno de Bashar Al-Assad, cuya familia gobierna Siria desde 1971. Los estudiantes fueron arrestados y torturados por el ejercito. A partir de ahí, se desencadenaron protestas en contra del gobierno exigiendo democracia. Estas protestas fueron reprimidas violentamente por el ejercito.
Los rebeldes, bajo el nombre de el Ejercito Libre de Siria respondieron con violencia. En Julio de 2012 se apoderaron de la mitad de Alepo, capital económica del país. La ciudad quedó dividida en dos. En septiembre de 2015 el gobierno Ruso intervino en el conflicto a favor del gobierno de Al-Assad. En diciembre del 2016 y gracias a la ayuda de Rusia, el gobierno Sirio recupera Alepo. Los rebeldes han recibido apoyo de Estados Unidos y Francia.
Alepo ha sido la ciudad más golpeada de la guerra Siria, fue declarada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, pues ha estado habitada continuamente desde 4000 años a.c. y es una joya arquitectónica. Hoy en día está destruido. Los bombardeos y enfrentamientos entre rebeldes y ejercito han dejado miles de civiles asesinados. Actualmente Siria se encuentra partido en cuatro, una región ocupada por ISIS, otra por los Kurdos, otra por el gobierno y otra por los rebeldes.