El 14 de febrero se presentaron protestas contra el sistema Transmilenio en el sur de la ciudad. Durante varios minutos, cinco estaciones estuvieron sin funcionar. Entérese aquí, de forma corta y clara, las cifras que causan malestar entre los ciudadanos.
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La poca frecuencia con la que pasan los buses, el mal estado de las lozas y los articulados, la inseguridad, el desorden de los ambulantes, el hacinamiento y los colados son las quejas más frecuentes en los usuarios de Transmilenio. En la última encuesta de percepción ciudadana Bogotá Como Vamos, el 60% de los encuestados aseguraron que Transmilenio ha empeorado. Solo el 19% están satisfechos con el medio de transporte.
De acuerdo con el Distrito, Transmilenio tiene un déficit de 594.000 millones de pesos. En el 2016 era de 661.000 millones. Desde que empezó la alcaldía Peñalosa, el pasaje ha subido $500. En 2016 costaba $1.800 y hoy cuesta $2.300. De acuerdo con una interventora contratada por Transmilenio, cada día se cuelan 38.000 personas. Esto causa perdidas al sistema de 87 millones de pesos diarios. El mal estado de los buses, se debe a que varios ya cumplieron su ciclo pero continúan operando. 1.450 articulados tienen más de 15 años de vida útil y 1.744 ya superaron el millón de kilómetros recorridos. Se espera que para el 2019 lleguen 2.000 buses nuevos para reemplazar los viejos.
De acuerdo con un estudio citado por el Concejal Daniel Palacio, hasta octubre de 2017 se habían presentado 41 mil robos en el sistema en lo corrido del año, lo que representa un incremento del 35% respecto al 2016. Esto se debe en parte al hacinamiento. El sistema recibe un promedio diario de 1.917.000 usuarios pagando y parece no dar abasto. Las cifras le dan la razón a los usuarios inconformes.
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